El hombre nace suave y flexible.
Cuando muere está rígido y duro...
Por tanto, lo rígido e inflexible es el discípulo de la muerte.
Lo suave y flexible es el discípulo de la vida.
Así, un ejército sin flexibilidad nunca ganara una batalla.
Un árbol que no se doble se romperá con facilidad.
Lo duro y fuerte caerá
Lo suave y flexible dominará.
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