martes, 26 de mayo de 2015

Respira, respira, respira, respira,respira.

Aprovecha un momento del día en que estés tranquila y relajada para conectar con tu respiración. Observa como el aire entra y sale de la nariz. Pasados un par de minutos, expresa con cada respiración un deseo positivo dedicado a uno de tus seres queridos. La sesión puede durar lo que tu quieras y puedes dedicar tantos buenos deseos como personas te vengan a la mente.Es muy efectivo cuando estamos molestos con alguien, porque en el momento de dedicar el buen deseo, desaparece el enfado.


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