En mi experiencia profesional el masaje es muy bueno para bebés, niños, adolescentes y adultos. Pero para las personas de más de 60 años se vuelve imprescindible.
A esta edad los cambios en nuestro cuerpo, mente y espíritu pueden hacernos sentir inadaptados, inadecuados y con baja valoración de nosotros mismos.
Cambios que se dan a esta edad:
Disminuye la masa y el tono muscular Disminución de la capacidad pulmonar
Rigidez articular Cambios en el sistema nervioso
Los hueso se hacen frágiles y porosos Cambios psicológicos y emocionales
Deformación articular Sentimientos de soledad
Se deterioran los cartílagos Depresión y ansiedad
La lubricación y el espacio articular disminuyen.
Rigidez arterial
Alteración del ritmo cardíaco
Retención de liquido
Dificultad de retorno linfático
Disminución del sistema inmunológico
El masaje proporciona:
Relajación muscular Reduce el estrés
Mejora el tono muscular, se fortalecen los huesos Se agudizan los sentidos
Se lubrican las articulaciones Gran sensación de bienestar
Se mejora la circulación sanguínea
Se normaliza la presión arterial
Mejora la circulación linfática
Se mejora el sistema inmunológico
Hay mejor oxigenación
Respiraciones más profundas
Con el movimiento del diafragma se masajean los órganos internos provocando mejor funcionamiento.
Calma el sistema nervioso
Equilibra el sistema nervioso y emocional
Despeja la mente
Sentimientos de consuelo y amor
Contraindicaciones:
Extrema debilidad
Operación reciente
Infección de cualquier tipo
Cuando el receptor no desea el masaje
Nota: En ningún momento se debe causar dolor.
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