martes, 26 de mayo de 2015

El Erotismo en la pareja.

En la historia de la pareja el erotismo es un componente esencial. Si pierde relevancia, si deja su sitio a otros valores, si no hay memoria del erotismo del pasado, poco a poco se extingue también el erotismo del presente.y lo mismo pasa para el futuro. Si la pareja no da la importancia al erotismo, si lo pone detrás de otras cosas, día tras día el erotismo desaparece.
Y es entonces sustituido por la simpatía, por la ternura, por la confianza, y por la ayuda recíproca, por la amistad, que son todas las formas de amor, pero no enamoramiento.
Existen muchas parejas de este tipo, en las que los dos cónyuges ya no se desean, ya ni siquiera se tocan, como si fuera hermana y hermano, como si fueran separados por el tabú del incesto.Algunas personas están incluso satisfechas de ello.
Pero no podemos considerarlas parejas enamoradas.El estado naciente amoroso se diferencia del estado naciente de todos los demás movimientos precisamente porque es inflamado por el erotismo, porque produce el deseo espasmódico de la comunión de los cuerpos, de la fusión de los cuerpos.
El cemento de la comunidad amorosa está constituido por el placer que los cuerpos se dan.
El erotismo constituye el lenguaje específico, insustituible del enamoramiento.
Sin  erotismo el erotismo es afásico. No sabe hablar, no puede existir.
Una pareja eróticamente muda es una entidad distinta.
No es una pareja enamorada.
Es preciso que te guste precisamente el otro individuo. Que te guste física, eróticamente.
Que te gusten sus ojos, sus cabellos,  y sus manos.Que te guste su pecho y sus hombros, el modo en que camina, en que te mira.
Es preciso el deseo de tocarlo, de besarlo, de hacerte besar, de abrazarlo, de hacerte abrazar, de acostarte desnudo con él, con ella, de hacer el amor. Y puesto que ese cuerpo no te ha saciado, el deseo renace, regresa, se renueva.
La pareja enamorada no se va a la cama para dormir, se va a la cama para hacer el amor, aunque luego, en cambio, agotada, se duerme inmediatamente mano sobre mano.



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